El gobierno de El Salvador, bajo el mandato de Nayib Bukele, ha decretado la prohibición del uso del lenguaje inclusivo en las instituciones educativas públicas del país. La ministra de Educación, Karla Trigueros, confirmó que esta normativa delimita expresiones como “niñe”, “amigue”, “alumn@”, “jóvenxs” o frases como “todos y todas”, impidiendo su uso en comunicaciones oficiales, materiales escolares y circulares institucionales.
Según el memorándum oficial, la medida responde a la intención de “garantizar el buen uso del idioma en materiales y contenidos” y “proteger a la niñez y adolescencia de injerencias ideológicas” que, en opinión de las autoridades, podrían afectar su desarrollo. El presidente Bukele publicó en su cuenta en X que la prohibición entra en vigor de inmediato, declarando que en los colegios públicos ya no se permitirá lo que calificó como “mal llamado lenguaje inclusivo”.
La restricción se suma a un patrón de medidas impulsadas por el gobierno para revisar contenidos educativos relacionados con género e ideología. En febrero de 2024, el entonces ministro de Educación había ordenado eliminar referencias a la “ideología de género” de los planes escolares. Con la actual normativa, el alcance de control se extiende sobre todos los documentos oficiales del ministerio, así como textos, libros, correspondencia administrativa y demás comunicaciones institucionales.
Críticos de la medida advierten que la prohibición podría ser una forma de censura lingüística y una restricción al derecho a la expresión, especialmente para comunidades que han adoptado el lenguaje inclusivo como herramienta de visibilización. Mientras tanto, el Ejecutivo insiste en que su decisión busca una “comunicación institucional clara, uniforme y respetuosa”, sin distorsiones lingüísticas que, según sus argumentos, puedan incorporar ideologías no aceptadas.
