(CNN) El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, y su ministro de Exteriores, Hossein Amir Abdollahian, fallecieron en un accidente de helicóptero en una zona montañosa y de difícil acceso cerca de Varzeqan, en la provincia iraní de Azerbaiyán Oriental, en el noroeste del país.
La noticia se confirmó este lunes 20 de mayo a las 7:30 de la mañana hora local de Irán (domingo 11pm hora Ecuador), después de que la televisión estatal informara sobre la ausencia de signos vitales en los restos del helicóptero accidentado la tarde del domingo.
Además del presidente y el ministro de Exteriores, también viajaban otros destacados dirigentes de la República Islámica, miembros de su equipo de seguridad y los pilotos del aparato, sumando un total de ocho personas, ninguna de las cuales sobrevivió.
Aunque aún no se han determinado las causas del siniestro, las autoridades iraníes mencionaron “condiciones meteorológicas adversas” como un posible factor.
Según los medios locales, el presidente Raisi se dirigía hacia Tabriz después de inaugurar las represas de Qiz Qalasi y Khodaafarin, en la frontera con Azerbaiyán. Otros dos helicópteros que formaban parte de la comitiva del presidente llegaron a su destino sin problemas.
El helicóptero accidentado cayó en una zona montañosa de difícil acceso, y aunque inicialmente se describió el accidente como un “aterrizaje forzoso”, las labores de búsqueda se complicaron por la espesa niebla, la lluvia y el barro.
La muerte del presidente Raisi ocurre en un momento tenso en Medio Oriente, marcado por la guerra en Gaza, subrayando la complejidad de la situación regional. Durante su mandato, Raisi enfrentó desafíos significativos, desde manifestaciones lideradas por jóvenes hasta difíciles condiciones económicas. Raisi ocupaba el segundo puesto de mayor poder en la estructura política de la República Islámica, solo por detrás del líder supremo. Con su fallecimiento, la Constitución iraní establece que el vicepresidente, Mohammad Mokhbar, asuma el cargo de presidente interino. Además, se deben realizar nuevas elecciones presidenciales en un plazo de 50 días, marcando un periodo de transición crucial para el país y su futuro político.