La ciudad de Los Ángeles ha firmado cuatro mociones, de manera unánime, para garantizar a los inmigrantes indocumentados una estadía sin temor en Estados Unidos. El Consejo Municipal de Los Ángeles ha propuesto: notificar sobre operativos de ICE en lugares de trabajo, campañas “Know your rights”, Apoyo a la legislación estatal, y Recursos para ofrecer servicios legales a los inmigrantes.
Desde el 9 de febrero de 2017 la ciudad se declaró oficialmente ciudad santuario, lo que quiere decir que adopta políticas para limitar su cooperación con las autoridades federales de inmigración, especialmente en lo que se refiere a la detención y deportación de personas sin estatus migratorio regular.
“Después de que ganó el presidente Trump, nosotros decidimos que no vamos a quedarnos con los brazos cruzados, que vamos a seguir protegiendo y ponernos en la ofensiva y a proteger nuestras familias”, Hugo Soto-Martínez, concejal del distrito 13 de Los Ángeles y uno de los redactores de este paquete legislativo, señaló en declaraciones a CNN.
La moción propone crear un protocolo para que las empresas notifiquen a la ciudad sobre cualquier actividad del ICE, como auditorías o redadas, con el fin de que los inmigrantes estén preparados ante posibles operativos. Además, busca informar a empleadores, trabajadores y empresas sobre sus derechos, ampliar la educación pública y mejorar la coordinación entre departamentos municipales para garantizar el acceso a esta información en los vecindarios.
Esta moción ordena al concejo municipal identificar fondos no utilizados o subutilizados para destinarlos a organizaciones sin fines de lucro que brindan servicios legales. En conjunto con la “ordenanza de santuario” aprobada en noviembre, que prohíbe la cooperación con ICE, esta serie de medidas convierte a Los Ángeles en un referente para otras ciudades santuario como Chicago o Nueva York.
En 2022, los trabajadores indocumentados en California aportaron US$ 8.500 millones en impuestos, según el ITEP. En Los Ángeles residen 3,6 millones de inmigrantes, incluyendo unos 800.000 indocumentados. La ciudad reconoce que muchos inmigrantes llegan buscando trabajo, reunificación familiar o huyendo de situaciones peligrosas, y destaca que la mayoría son familias trabajadoras esenciales para la economía del país, según la profesora Martínez-Aranda.