Once militares ecuatorianos fueron asesinados en una emboscada en la Amazonía, en medio de una operación contra la minería ilegal. Las Fuerzas Armadas atribuyeron el ataque a los Comandos de la Frontera, grupo disidente de las FARC. Sin embargo, esta organización negó su participación a través de un comunicado difundido por medios colombianos.
La madrugada del viernes 9 de mayo de 2025, 80 efectivos del Ejército realizaban operaciones simultáneas en el sector Alto Punino, en la provincia de Orellana. Uno de los equipos fue emboscado por un Grupo Ilegal Armado (GIA), según reportó el Ejército en un comunicado oficial.
De acuerdo con la institución militar, los responsables serían los Comandos de la Frontera, una estructura armada vinculada al narcotráfico que opera en la frontera entre Ecuador y Colombia. No obstante, en un comunicado cuya autenticidad aún está en verificación, los Comandos de la Frontera negaron su implicación y aseguraron que no tienen presencia en territorio ecuatoriano. En el mismo mensaje sugirieron que grupos criminales locales como Los Choneros, Los Lobos o Los Tiguerones podrían estar detrás del atentado.
El ataque ocurre en el marco del conflicto armado interno que vive Ecuador desde enero de 2024, cuando el gobierno declaró como terroristas a varias bandas del crimen organizado. Desde entonces, las Fuerzas Armadas han intensificado sus operaciones en zonas vulnerables como la Amazonía, donde convergen actividades como minería ilegal y narcotráfico.
Homenaje y luto nacional
Este domingo 11 de mayo se llevó a cabo una emotiva ceremonia en la Escuela Superior Militar Eloy Alfaro, en Quito, donde se instaló una capilla ardiente para rendir homenaje a los 11 soldados asesinados. El acto reunió a familiares, altos mandos, autoridades del Gobierno y ciudadanos que expresaron su solidaridad ante el trágico suceso.
Los cuerpos fueron trasladados desde la Amazonía por vía aérea y serán entregados a sus familias para su sepultura en las ciudades de origen o residencia.
El presidente de la República, Daniel Noboa, decretó tres días de luto nacional y declaró a los uniformados como Héroes Nacionales. En sus redes sociales expresó: “Acabaremos con los responsables”. Afirmó además que no descansará hasta hacer justicia. El ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, y el comandante General del Ejército, Henry Delgado, también expresaron su respaldo a las familias y reafirmaron el compromiso institucional frente a esta nueva escalada de violencia.