Juan es conductor de un bus interprovincial que cubre la ruta Quitumbe – Tena, en la provincia de Napo. Desde que se cerró la vía Papallacta – Baeza por las lluvias, su trayecto habitual de seis horas ahora toma hasta nueve.
Franklin, otro conductor, indica que los costos también se han incrementado. El gasto promedio en combustible para un viaje Quito – Guayaquil – Quito era de 180 dólares, pero con rutas alternas asciende a 220 dólares.
El 4 de julio, la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos declaró el estado de emergencia regional por 45 días en las provincias de Zamora Chinchipe y Napo, debido a desbordamientos y deslizamientos provocados por las lluvias.
El cierre de vías no solo extiende los tiempos de viaje, también incrementa el riesgo de accidentes.
Según el último informe del Ministerio de Obras Públicas, en la región Amazónica hay tres vías cerradas y diez con paso en un solo carril. En la Sierra, la vía E35 Panamericana y la E35 Loja también están cerradas. En la Costa, más de 25 carreteras funcionan con restricciones.
Carlos Brunis, presidente del gremio de transporte terrestre, señala que el gremio enfrenta dificultades logísticas por desvíos y mayor tiempo en ruta.
El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (INAMHI) prevé lluvias continuas en zonas como Tena y El Coca hasta el 8 de julio. También se esperan bajas temperaturas en la Sierra y la Amazonía.
Mientras continúan las tareas de limpieza y rehabilitación de las vías, los pasajeros y conductores deberán transitar por rutas alternas. La temporada invernal sigue afectando la movilidad en distintas provincias del país.
Conductores de transporte interprovincial enfrentan recorridos más largos, accidentes y mayores costos operativos debido al cierre de vías en #Ecuador por las fuertes lluvias. En el siguiente video, presentamos la realidad actual de los transportistas. pic.twitter.com/XH0mq8nYIn
— Udla Channel (@UdlaChannelEc) July 7, 2025