En una entrevista concedida al medio Teleamazonas, la ministra de Economía y Finanzas, Sariha Moya, informó que el Estado ecuatoriano cerraría el 2025 con un déficit fiscal de aproximadamente 3.000 millones de dólares. Según explicó, esta situación responde a problemas estructurales heredados de gobiernos anteriores, que incluyen deudas con proveedores, gobiernos locales y otros compromisos pendientes. Indicó que al iniciar el año se mantenía una deuda cercana a los 1.100 millones de dólares.
Prioridad en pagos y acuerdos con gobiernos locales
Frente a este escenario, el gobierno ha activado fuentes de financiamiento con organismos multilaterales y ha priorizado el pago a sectores clave. Moya detalló que en lo que va del año se han destinado 1.200 millones de dólares a los gobiernos locales, 55 millones a servicios de diálisis y 20 millones a insumos médicos. Además, se mantiene el diálogo con prefecturas y municipios, con acuerdos para cumplir cuotas anticipadas. Según la ministra, parte de estos pagos corresponden incluso a montos del año 2025 y de administraciones anteriores.
Medidas fiscales y eliminación de subsidios
Entre las acciones implementadas, el Ejecutivo decidió eliminar el subsidio al diésel para el sector atunero industrial, con lo que prevé liberar 42 millones de dólares. También se analiza una reforma tributaria y se han establecido tasas de fiscalización minera. Moya explicó que estas decisiones buscan generar ingresos sostenibles sin afectar el funcionamiento de las actividades productivas. La ministra subrayó que hay sectores que pueden asumir estos costos y que los recursos liberados podrán destinarse a programas sociales.
Focalización del gasto y apoyo internacional
La ministra señaló que la política económica del actual gobierno se enfoca en sanear las finanzas públicas, reducir la dependencia de financistas internacionales y redirigir recursos a los sectores que los requieren. En esa línea, defendió la focalización de subsidios como una medida para combatir el contrabando y reforzar los programas sociales. Moya también destacó el respaldo de organismos como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Interamericano de Desarrollo al plan económico diseñado para los próximos cuatro años.