El Municipio de Loja ha declarado el estado de emergencia luego de que varios deslizamientos de tierra, provocados por intensas lluvias, dañaran gravemente las tuberías y sistemas de captación de agua potable, afectando a cerca de 70 sectores de la ciudad.
La emergencia ha sido calificada como una de las más severas en los últimos 15 años en cuanto al abastecimiento de agua. Las infraestructuras más afectadas son las plantas de tratamiento de Pucará, Carigán y Curitroje, claves para el suministro a la urbe.
En el sector de Chirimoyo, los derrumbes arrastraron más de 200 metros de tuberías, interrumpiendo la conexión con la planta de Carigán. Para reparar los daños, trabajan en la zona tres excavadoras, dos equipos de soldadores, personal del Municipio y soldados del Ejército, quienes transportan tuberías y repuestos a pie por caminos afectados.
Distribución de agua por tanqueros
Mientras avanzan las reparaciones, el Cuerpo de Bomberos ha habilitado estaciones en el norte, centro y sur de Loja para repartir agua a la población mediante tanqueros y vehículos cisterna. Según autoridades locales, el servicio ya ha sido parcialmente restablecido en cinco parroquias del suroeste.
Las lluvias también han afectado la infraestructura vial, con tramos destruidos en zonas como Solamar, Jimbilla y Rumishitana. Varias familias, dedicadas principalmente a la agricultura, han quedado incomunicadas. Desde el fin de semana, el tránsito vehicular ha sido suspendido y solo se permite el paso peatonal.
