En este nuevo episodio de café con letras, la escritora ecuatoriana María Paulina Briones nos habló sobre su libro Cementerio de moscas, una obra compuesta por diez cuentos donde la infancia es el eje central. A través de estos relatos, Briones nos invita a mirar ese mundo infantil que, aunque lleno de ternura, también está atravesado por la pérdida de la inocencia, la muerte y la violencia.
La infancia como territorio literario
Para Briones, la infancia es un lugar de descubrimiento, ternura y también de sombras. Sus cuentos exploran ese universo donde los niños, aunque pequeños, son testigos y protagonistas de situaciones complejas, como la muerte, la violencia o el desconcierto frente al mundo adulto.
La violencia que habitaba los años 80 y 90
La autora explica que en los cuentos hay un “clima de violencia” que no siempre es explícito, pero sí constante. Su intención es recuperar la sensación de violencia naturalizada que vivían los niños que crecieron en los años 80 y 90, un tema que considera poco explorado en la literatura actual. Más que mostrar escenas crudas, su interés está en construir historias que lleven al lector a reflexionar.
Una narrativa distinta: el cambio psicológico del personaje
Briones ha desarrollado una forma propia de contar. En lugar de buscar grandes giros argumentales o transformaciones dramáticas en la historia, prefiere enfocarse en el cambio psicológico del personaje principal. En sus cuentos, se puede observar cómo los protagonistas, en su mayoría niños, experimentan pequeños pero significativos quiebres internos que marcan su forma de ver y enfrentar el mundo.