Consternación en el Reino Unido y el mundo tras conocer la muerte de la reina Isabel II. En horas de la mañana, el Palacio de Buckingham informó la situación médica de la monarca y la Familia Real viajó al castillo de Balmoral para estar con la reina.
La llegada de Isabel II al trono hace 70 años, cuando tenía apenas 25, fue el resultado de un hecho que marcó, la historia de la familia real británica: la abdicación voluntaria del rey Eduardo VIII, su tío, que dio paso a la coronación de su padre como monarca.
Eduardo VII, reseña la Enciclopedia Britannica, asumió el trono en 1936. Para entonces era una figura muy popular, que tras su servicio en la Primera Guerra Mundial había hecho giras por el imperio.
Eduardo VII se enamoró de Simpson y, ante una negativa general frente a su plan para casarse con Wallis Simpson, abdicó voluntariamente en diciembre del mismo año en el que accedió al trono. Entonces asumió su hermano, Jorge VI, y Eduardo VII se casó con Simpson un año después.
Isabel fue a la coronación de sus padres, el rey Jorge VI y la reina consorte Isabel, convirtiéndose en la primera que mujer que siendo presunta heredera, al ser la única hija y con la posibilidad de tener un hermano, veía coronarse a sus progenitores.
En 1952, Isabel asciende al trono en febrero tras la muerte de su padre, Jorge VI. Su coronación en la Abadía de Wastminster tuvo lugar más de un año después, el 2 de junio de 1953. Los primeros meses del reinado, tras la muerte de su padre, los pasó en un relativo aislamiento hasta que, ya instalada en el palacio de Buckingham, asumió las tareas diarias correspondientes al trono. La reina Isabel fue la sexta mujer en ascender el trono británico y la monarca que más tiempo ha reinado.
En septiembre del 2015 rompió el récord impuesto por su tatarabuela, la reina Victoria, luego de 63 años y 216 días el trono. La reina Victoria (1837-1901) reinó durante 63 años y siete meses.