El sector floricultor ha sido fuertemente golpeado los últimos tres años y no ha tenido suficiente tiempo para recuperarse. Su crecimiento económico es mínimo a comparación de los otros productos de exportación no petrolera.
Eventos como el paro nacional y la guerra entre Rusia y Ucrania han ocasionado que la productividad disminuya. De los productos de exportación no petrolera, el sector florícola tenía una participación del 6.6% en 2018. En el presente año, su participación bajó 1.8%.
Sin embargo, se prevé que para finaliza el año se pueda alcanzar los 1000 millones de dólares en venta y a partir de ahí crecer más y lograr un mejor posicionamiento en el mercado internacional.