Emelec suspendió los entrenamientos este miércoles 6 de noviembre por una nueva paralización de los jugadores, quienes exigen el pago de sueldos atrasados. Los futbolistas reclaman dos meses de salario, mientras que el cuerpo técnico pide el pago de un mes. A esta deuda se suman pagos pendientes de temporadas anteriores, lo que ha generado el malestar de la plantilla, que decidió no regresar a los entrenamientos hasta que se abonen los montos completos.
Aunque el club ofreció pagar un porcentaje de la deuda, los jugadores se mantuvieron firmes en su decisión de no seguir con las actividades programadas en el complejo de Samanes. Esta protesta se da en un momento complicado para el equipo, que ocupa el último lugar de la segunda etapa con solo 7 puntos de 36 posibles. La crisis deportiva y económica afecta gravemente al club.
La salida de José Pileggi de la presidencia no resolvió los problemas financieros de Emelec. Con la nueva paralización, el club se mantiene fuera de la zona de clasificación para competiciones internacionales en 2025, lo que pone más presión sobre la directiva para encontrar soluciones tanto dentro como fuera del campo.
