La vicepresidenta Verónica Abad rompió el silencio este jueves 9 de enero, tras días de controversia por el Decreto Ejecutivo 500 emitido por el presidente Daniel Noboa, mediante el cual encargó temporalmente la Presidencia a Cynthia Gellibert. En una rueda de prensa, Abad calificó esta acción como un “golpe de Estado planificado” y aseguró que está lista para asumir la Presidencia en el marco de la Constitución, aunque denunció que se le ha impedido acceder a su despacho de la Vicepresidencia por la fuerza.
Abad solicitó la intervención de organismos nacionales como el Consejo Nacional Electoral (CNE), el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) y la Corte Constitucional, para supervisar las decisiones del mandatario, al tiempo que hizo un llamado internacional a la Organización de Estados Americanos (OEA) para que active la Carta Democrática. También criticó la respuesta negativa del alto mando militar a su solicitud de coordinar acciones, señalando que la lealtad de las Fuerzas Armadas parece estar dirigida a una persona en lugar de la Constitución.
El decreto de Noboa, que argumenta “fuerza mayor” como motivo para delegar el cargo a Gellibert, ha generado rechazo en la Asamblea Nacional, que reafirmó que solo reconocerá a Abad como presidenta encargada. Esta decisión del Ejecutivo, en medio de tensiones políticas, ocurre mientras Noboa se enfoca en su campaña para la reelección en los comicios del 9 de febrero, marcando un nuevo capítulo en la disputa entre el presidente y su binomio vicepresidencial.