Cada mayo, miles de flores ecuatorianas cruzan fronteras para llegar a manos de madres en todo el mundo. Detrás de ese gesto simbólico hay historias como la de Wilson Valenzuela, quien desde hace 25 años transforma tallos y pétalos en emociones. En fechas como el Día de la Madre, su rutina cambia por completo: pasa de preparar 25 arreglos diarios a confeccionar hasta 300 en una sola jornada.
Las flores representan uno de los motores económicos del país. Según cifras del sector, una finca promedio exporta entre 17.000 y 21.000 toneladas de flores para esta fecha, lo que equivale al 14 % o 16 % de sus ventas anuales.