Bienvenidos a esta edición especial de Un café con letras. Durante algunos días estaremos transmitiendo desde la Feria Internacional del Libro de Quito (FIL 2025), un evento clave para la cultura de la ciudad. Iniciamos esta serie de entrevistas con Santiago Vizcaíno, organizador general de la feria, autor, poeta, ensayista y representante reciente de Ecuador en Francia.
Un evento pensado para la ciudad
Vizcaíno destaca que la FIL es uno de los hitos culturales más relevantes para Quito. La planificación de la feria toma alrededor de nueve meses y comienza tan pronto como termina la edición anterior. Desde la conceptualización del eje temático hasta la selección del país invitado, autores, expositores y actividades, cada detalle se construye con una visión integral.
“Esta es una feria de los quiteños, hecha por los quiteños, con recursos de los quiteños”, afirma, subrayando la participación de más de mil actores del ecosistema del libro: editoriales, librerías, universidades, ilustradores, correctores, editores y empresas del sector.
¿Cuál es el mayor reto de organizar la FIL?
Para Vizcaíno, el principal desafío es coordinar todos los elementos humanos y logísticos de un evento de esta magnitud, pero también construir una feria con propósito: “Es una feria que se piensa a sí misma, que se conceptualiza, que tiene un eje”.
Este año, temas como la interculturalidad, la migración, las lenguas ancestrales, la diversidad de géneros y la traducción atraviesan la programación de la feria.
Una feria para públicos diversos
La FIL 2025 no solo se dirige a lectores habituales o al sector editorial. Tiene como objetivo atraer a nuevos públicos: niños, jóvenes, familias y lectores que visitan la feria por primera vez. Esta diversidad exige pensar en actividades y propuestas para todos los niveles de lectura y de acceso al libro.
Literatura y pensamiento antes que comercio
La FIL Quito no busca replicar el modelo de ferias comerciales. Vizcaíno aclara que “no es una feria eminentemente comercial”, sino un espacio para pensar la literatura, la edición y los desafíos del ecosistema del libro en Ecuador.
El valor de lo independiente
Un rasgo distintivo de la feria es su fuerte vínculo con las editoriales independientes. Vizcaíno lo relaciona con la tradición cultural y política de Quito: “Aquí discutimos mucho, incluso en nuestras casas. Los libros son espacios de debate, y la feria responde a esa cultura”.
Por ello, el foco está en lo que las editoriales están publicando, en los temas urgentes para el país y en cómo se construyen nuevos espacios de encuentro desde la palabra escrita.
