Lo que para muchos niños y adolescentes parece una forma inofensiva de entretenimiento, como los videojuegos en línea, puede convertirse en una puerta al miedo, la angustia y el aislamiento. Este fue el caso de Thiago, un niño de 12 años que comenzó a sufrir ciberacoso a través de juegos en línea, donde desconocidos le enviaban mensajes ofensivos, amenazas e incluso lo ridiculizaban con memes creados a partir de sus fotos.
Su madre notó el cambio, Thiago se mostraba retraído, mentía para no ir a la escuela y evitaba cualquier intento de revisar su teléfono. La intimidación digital afectó su estado emocional, su confianza y su relación con la familia. Como él, muchos otros menores enfrentan agresiones constantes en plataformas donde la identidad de los usuarios es difícil de verificar.
Expertos en ciberseguridad advierten que los niños suelen interactuar con desconocidos creyendo que son de su edad, sin sospechar que podrían estar expuestos a riesgos como grooming, chantaje o acoso sistemático. Por eso, es clave promover el uso seguro de la tecnología: utilizar contraseñas fuertes, activar la verificación en dos pasos y evitar hacer clic en enlaces desconocidos.
Según cifras de la Fiscalía, entre 2022 y 2025 se han reportado más de 250 mil denuncias por intimidación digital en Ecuador, siendo Pichincha una de las provincias con mayor incidencia. Frente a este panorama, la educación digital y el acompañamiento parental se vuelven herramientas fundamentales para proteger a niños y adolescentes en entornos virtuales cada vez más complejos.
La intimidación digital crece en redes y videojuegos. Niños y jóvenes son blanco de #acoso en línea. pic.twitter.com/28NrFIFMGT
— Udla Channel (@UdlaChannelEc) July 3, 2025