El triunfo de Javier Milei en las elecciones presidenciales de Argentina el domingo marcó un giro hacia la derecha en el país, impulsado por una llamativa campaña antisistema que provocó comparaciones con la estrategia del ex presidente estadounidense Donald Trump. Todo esto sucede en medio de una situación donde Argentina enfrenta una de las tasas de inflación más elevadas a nivel mundial.
Sergio Massa concedió la segunda vuelta el domingo por la noche en un breve discurso, aún antes de que se anunciaran los resultados oficiales. “Milei es el presidente electo para los próximos 4 años”, expresó Massa, mencionando que ya había contactado a Milei para felicitarlo.
Tras su triunfo en las elecciones, Milei comentó en una estación de radio local que tiene planeado visitar Estados Unidos e Israel antes de asumir su cargo en diciembre.
En un entorno caracterizado por una inflación elevada, un incremento en los niveles de pobreza y un creciente desencanto hacia los partidos políticos convencionales, Milei se comprometió a poner fin a la “casta política” y buscó presentarse en su campaña como una opción distinta al bipartidismo.
El inesperado ascenso político de Milei será observado detenidamente en todo el mundo como un posible indicio de un resurgimiento del populismo de extrema derecha en la región. Mientras el ex presidente brasileño Jair Bolsonaro respaldó la candidatura de Milei, líderes izquierdistas de la región, como el actual líder brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el colombiano Gustavo Petro, rompieron con la tradición de no intervención al respaldar a Massa antes de las elecciones.