La crisis energética en Quito ha obligado a muchos negocios a adaptarse a una realidad difícil: cortes de luz prolongados que solo permiten trabajar en horarios nocturnos. Desde el 30 de septiembre, diversos barrios de la ciudad, como San Carlos y Andalucía, enfrentan interrupciones eléctricas que varían entre las 18:00 y las 24:00, dejando solo tres horas de actividad durante el día y hasta ocho horas por la madrugada. Ante este panorama, los comerciantes han tenido que modificar sus horarios y formas de trabajo para no perder la fidelidad de sus clientes.
Kety Andrade, costurera de San Carlos, es uno de los ejemplos de cómo los pequeños negocios se ven obligados a adaptarse. Antes, su jornada laboral era de 8:00 a 18:00, pero con los cortes de luz, ahora se ve forzada a dormir en su local y trabajar desde la medianoche hasta la mañana para cumplir con los pedidos de sus clientes. Esta drástica medida ha afectado no solo sus horarios, sino también sus ganancias, que han caído casi un 50% en los últimos meses debido a la reducción de trabajo.
Los comerciantes de la zona, que dependen de la electricidad para operar, también han tenido que invertir en equipos a pedal para poder continuar con sus actividades. Las máquinas de costura, que antes eran eléctricas, ahora deben ser operadas manualmente, lo que implica un gran esfuerzo adicional y limita la producción. Esta falta de energía no solo afecta a los negocios de Kety, sino también a otros como tiendas de tapicería y forros, que también han tenido que modificar sus herramientas de trabajo para seguir funcionando.
El panorama no parece mejorar, ya que los cortes de luz de hasta 12 horas por día continúan y todo indica que podrían aumentar. El alcalde de Quito, Pabel Muñoz, en su última rendición de cuentas, confirmó que los cortes seguirán siendo una realidad en la ciudad debido a la falta de generación eléctrica, lo que pone en grave riesgo la estabilidad económica de los pequeños comerciantes que ya luchan por mantenerse a flote en medio de esta crisis energética.