En un nuevo episodio de Café con Letras, conversamos con el escritor ecuatoriano Raúl Vallejo sobre su obra Manuscrito de una crónica inconclusa, una propuesta literaria que desafía las convenciones de la novela tradicional. El libro, galardonado con el XII Concurso Nacional de Literatura Miguel Riofrío, es un ejercicio de escritura que articula arte, denuncia y memoria.
Una novela que transgrede formas y tiempos
Lejos de seguir una narrativa lineal, Manuscrito de una crónica inconclusa se construye como un texto coral, escrito por múltiples voces a lo largo de más de quinientos años. Son voces de indígenas, campesinos, obreros, estudiantes: protagonistas silenciados de la historia del Ecuador. Cada fragmento, crónica o testimonio que conforma esta obra, abre un espacio de resistencia simbólica frente al relato oficial.
Vallejo utiliza la forma del manuscrito como dispositivo narrativo para conectar hechos históricos y ficciones en un mismo plano. El resultado es un mosaico de relatos que revelan episodios omitidos o distorsionados por el poder, y que invitan a cuestionar la versión hegemónica de la historia nacional.
Memoria viva desde la literatura
Esta novela se convierte en un homenaje a quienes desafiaron al poder y fueron relegados al olvido. Sus historias, recuperadas en clave literaria, resuenan en cada página con la fuerza de lo testimonial. Nombres que no figuran en los libros de historia oficial cobran vida para narrar persecuciones, represiones y luchas que definieron el devenir del país.
Manuscrito de una crónica inconclusa es, en palabras de Vallejo, una forma de resistencia desde la literatura. Más que una obra de ficción, se trata de una estrategia narrativa que articula voces excluidas y construye una memoria colectiva desde los márgenes.
Reconocimiento y compromiso
El libro fue reconocido en el XII Concurso Nacional de Literatura Miguel Riofrío, organizado por la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Núcleo de Loja. Su estilo híbrido y su enfoque comprometido lo posicionan como un referente de la narrativa contemporánea ecuatoriana. En sus páginas, Vallejo construye un espejo fragmentado de la historia, donde la literatura se convierte en archivo, denuncia y espacio de memoria.