Ubicado en la Amazonía peruana y controlado desde Suecia. Desde hace aproximadamente siete semanas YuMi, el robot, ayuda a una ONG conservacionista de Madre de Dios a reforestar 22 mil hectáreas de bosque amazónico.
Se estima que más de 870 mil km² de la selva amazónica ha sido destruida desde 1985 (un área más grande que Francia, Reino Unido y Bélgica juntos). La tala y la quema de árboles, para labrar la tierra para la agricultura, contribuyen a los efectos devastadores del cambio climático.
Las especies registradas en estas tierras incluyen más de 480 variedades de aves, 11 de monos y al menos 19 especies amenazadas y en peligro de extinción que figuran en la Lista Roja de Fauna Silvestre, incluida la nutria gigante y el jaguar.
“El Amazonas está en peligro. Por eso necesitamos tecnología, ciencia y conocimiento local para trabajar juntos con el fin de salvarlo. De lo contrario, llegaremos demasiado tarde. La selva tropical se puede salvar, pero debemos reunir todos estos elementos para marcar la diferencia” explica Dennis del Castillo Torres, director de Investigación de Gestión Forestal del Instituto de Investigación de la Amazonia Peruana.
La cuenca del río Las Piedras y, toda la selva de Madre de Dios, en general, están en permanente riesgo de ser invadidas por madereros y mineros ilegales. Según Moshin Kazmi, cofundador de Junglekeepers, hasta el momento se ha perdido el 20% del área total de la selva amazónica. Tener a YuMi es una excelente manera de exponer a nuestro equipo a nuevas formas de hacer las cosas.
El objetivo de Junglekeepers es proteger el bosque amazónico, explica Lorena Cardona, regional manager robotics & discrete automation de ABB para Latinoamérica. Tienen un grupo de guardabosques o rangers que trabajan junto con comunidades locales para cuidar la biodiversidad.
YuMi automatiza las tareas de plantación en un laboratorio de la jungla, acelerando el proceso y permitiendo a los voluntarios de Junglekeepers enfocar su tiempo y recursos en un trabajo de mayor impacto como patrullar el área para disuadir a los taladores ilegales, educar a los lugareños sobre la preservación de la selva amazónica y plantar árboles jóvenes. A los rangers les tomaba una jornada de trabajo sembrar semillas en 80 macetas, con YuMi, en dos horas pueden sembrar hasta 640 macetas
Junglekeepers tiene como misión proteger más de 22.000 hectáreas de selva amazónica y revertir la deforestación.
