Por Kareem Khadder, Abeer Salman, Ibrahim Dahman, Dana Karni, Tim Lister e Irene Nasser
(CNN) — El plazo límite de Estados Unidos para que Israel mejore el acceso de ayuda humanitaria a Gaza ha expirado, y el gobierno de Biden ha evaluado que Israel no está bloqueando la ayuda y, por lo tanto, no está violando la ley estadounidense que rige la asistencia militar extranjera.
El Departamento de Estado dijo que si bien se necesitaban cambios, se habían logrado avances, por lo que no habría interrupciones en el suministro de armas estadounidenses.
Pero la visión estadounidense contrasta marcadamente con el sombrío panorama que hay en el terreno, donde gran parte de la ayuda que llega a Gaza no se distribuye.
Los civiles que huyen del norte de Gaza tras semanas de intensas operaciones militares israelíes hablan de una falta crónica de alimentos y de gente muriendo de hambre, mientras las agencias de ayuda advierten que la zona está al borde de la hambruna.
“No hemos visto ninguna ayuda y nadie nos ha enviado comida”, dijo Umm Muhammad Al-At’out, de 63 años, a CNN esta semana. “Nuestros niños han muerto de hambre y sed”.
Su relato de personas muriendo de hambre fue respaldado por otras personas con las que CNN habló en el norte de Gaza, donde el ejército israelí reanudó sus operaciones terrestres a principios de octubre.
Abu Ahmed Subaih, de Beit Lahiya, dijo a CNN que había caminado kilómetros con sus padres, que tienen más de 80 años. “No hay comida de ningún tipo”, dijo.
Una mujer que se identificó como Ghalia y dijo que tenía 83 años le dijo a CNN: “Ya no conocemos las verduras, la carne ni las frutas. Solíamos vivir de comida enlatada y ahora no hay comida enlatada”.
Los relatos de civiles desesperados se hacen eco de la advertencia que la Organización Mundial de la Salud lanzó el viernes pasado sobre “una gran probabilidad de que la hambruna sea inminente en áreas del norte de la Franja de Gaza”.
El miércoles, el Dr. Hussam Abu Safiya, director del Hospital Kamal Adwan en Beit Lahiya, dijo a CNN que el hospital había recibido docenas de casos de desnutrición entre niños y adultos.
Múltiples factores han contribuido a lo que las agencias de ayuda llaman el peor punto de la situación humanitaria en Gaza desde que comenzó la guerra en octubre de 2023.
Entre ellas se incluyen las actuales operaciones militares israelíes, órdenes de evacuación que afectan a cientos de miles de personas, un colapso del orden público que ha llevado al saqueo de convoyes de ayuda, la falta de conductores de camiones y la frecuente negación del paso de ayuda por parte de las autoridades israelíes.
El mes pasado, la administración Biden dio a Israel un plazo de 30 días para tomar medidas específicas para mejorar la situación humanitaria en Gaza, incluido el impulso del tráfico comercial y el fin del aislamiento del norte.
Cuando expiró el plazo, el Departamento de Estado de Estados Unidos dijo que “no había hecho una evaluación de que los israelíes estén violando la ley estadounidense” y que no enfrentarían sanciones.
Gran parte de la comunidad humanitaria no está de acuerdo.
El martes, ocho organizaciones humanitarias dijeron que el gobierno israelí “no sólo no cumplió con los criterios estadounidenses que indicarían apoyo a la respuesta humanitaria, sino que al mismo tiempo tomó medidas que empeoraron dramáticamente la situación sobre el terreno, particularmente en el norte de Gaza”.
Uno de esos grupos es Mercy Corps, cuya directora, Kate Phillips-Barrasso, dijo a CNN que el tráfico comercial hacia Gaza se había “detenido por completo”.
“Realmente estamos en un punto de inflexión en el que esto puede convertirse en una situación catastrófica de inseguridad alimentaria”, dijo Phillips-Barrasso.
Según el Programa Mundial de Alimentos, el número promedio de camiones que ingresaron a Gaza se redujo a sólo 58 por día en la segunda quincena de octubre, el nivel más bajo desde noviembre del año pasado.
Antes de que comenzara la guerra, entraban cada día alrededor de 500 camiones comerciales y de ayuda.
La agencia israelí COGAT, que aprueba los envíos de ayuda a Gaza, dijo el sábado que 713 camiones de ayuda habían llegado al norte de Gaza a través del cruce de Erez Oeste desde principios de octubre, pero gran parte de esa ayuda sigue en el punto de cruce.
Lo mismo se aplica a Kerem Shalom, que limita con el este de Gaza. COGAT dijo a CNN el miércoles que 900 camiones cargados estaban esperando en el lado de Gaza de Kerem Shalom, la capacidad máxima. Pero agregó que el martes se habían recogido suministros de 122 camiones.
Las organizaciones de ayuda han dicho a menudo que la distribución de alimentos y agua en medio de los ataques israelíes, las órdenes de evacuación y la ausencia de corredores seguros es casi imposible .
También afirman que las autoridades israelíes retrasan o niegan con frecuencia el paso a Gaza. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) dijo a CNN el martes que las autoridades israelíes habían negado las entregas previstas a las zonas del norte de Gaza que más las necesitaban.
La semana pasada, dijo, un convoy autorizado de diez camiones de comida fue retenido durante dos horas en Jabalya, “donde parte de la comida fue descargada por personas que rodearon los camiones”.
La comida nunca llegó a los lugares donde se refugiaban los palestinos desplazados, añadió.
Joyce Msuya, subsecretaria general interina de la ONU para asuntos humanitarios, dijo el martes al Consejo de Seguridad de la ONU que las autoridades israelíes estaban “bloqueando el ingreso de asistencia humanitaria al norte de Gaza, donde continúan los combates y alrededor de 75.000 personas permanecen con suministros de agua y alimentos cada vez más escasos”.
CNN ha pedido al gobierno israelí una respuesta a los comentarios de Msuya.
Un convoy de ayuda del PMA de 14 camiones tenía previsto entregar suministros a Beit Hanoun y al Hospital Indonesio de Jabalya, pero solo dos camiones llegaron a su destino debido a “demoras en la autorización de movimiento y rutas congestionadas”, dijo OCHA el martes.
El ejército israelí dijo el martes que “cientos de paquetes de alimentos y miles de litros de agua fueron entregados a centros de distribución para la población civil que permanece en el área de Beit Hanoun” el lunes.
Pero envíos de ese tamaño apenas arañan la superficie de la inmensa necesidad.
Además de la falta de ayuda, 13 meses de constantes ataques aéreos han dejado en ruinas la agricultura y la industria de Gaza. La mayor parte de las tierras agrícolas del enclave se encuentran en el norte y a lo largo de la frontera oriental con Israel, zonas de las que han huido cientos de miles de personas.
La gran mayoría de los habitantes de Gaza tienen poco o ningún trabajo y no pueden permitirse comprar alimentos a precios inflados.
Saber Salem, padre de 10 hijos que vive actualmente en la ciudad de Gaza, dijo a CNN el miércoles: “Cada dos meses tal vez recibimos un cupón de ayuda. No hay nada que comprar y, si se consiguen, los productos son caros”.
Los comedores comunitarios y las panaderías también están cerrando o tienen escasez de suministros.
Amjad Al-Shawa, jefe de la Red de Organizaciones No Gubernamentales Palestinas (PNGO) en Gaza, dijo a CNN que los comedores populares que servían a 300.000 personas al día con una comida caliente ahora habían cerrado, y lo mismo había sucedido con muchas panaderías.
También está el problema de la especulación. El domingo, decenas de personas marcharon por un mercado de la ciudad de Gaza coreando: “¡Somos el pueblo, vosotros los comerciantes sois ladrones!”.
Un joven le dijo a CNN: “Están vendiendo un kilo de azúcar por 80 shekels en lugar de dos”.
La desesperación generalizada ha provocado frecuentes saqueos, tanto de almacenes como de convoyes. A finales de octubre, la CNN filmó una pelea desesperada por el pan en una de las pocas panaderías en funcionamiento.
Pero gran parte del saqueo lo llevan a cabo bandas organizadas.
El presidente de la Asociación de Transporte de Gaza, Nahd Shuheiber, dijo que esta semana ha habido “un aumento en el robo de camiones cargados con ayuda humanitaria”, debido a la falta de policía.
La policía de Gaza ha sido frecuentemente blanco de ataques israelíes porque se la considera asociada con Hamás.
Shuheiber dijo que “bandidos” cerca del cruce de Kerem Shalom habían estado robando a los camiones, “creando un estado de caos bajo el cual no podemos operar con eficacia”.
Barroso-Phillips, de Mercy Corps, dijo a CNN que las necesidades en Gaza superan con creces lo que llega más allá de sus fronteras.
“Y como resultado, es probable que tengamos gente muriendo de hambre literalmente a kilómetros de distancia de donde hay comida disponible”.