Un nuevo episodio de violencia escolar registrado el 24 de junio en el parque Itchimbía, en Quito, ha vuelto a encender las alarmas. Un video difundido en redes sociales muestra cómo una adolescente agrede a otra mientras varios jóvenes observan sin intervenir. Este caso, lejos de ser un hecho aislado, evidencia la normalización de la violencia entre estudiantes y reabre el debate sobre el rol de padres, docentes e instituciones en la prevención del bullying.
Expertos en salud mental, como el psicólogo José López, advierten que tanto agresores como víctimas requieren atención psicológica urgente. “Estamos hablando de un trauma para ambos lados, y de una cultura en la que la violencia se percibe como normal”, sostiene. Además, propone un enfoque integral de prevención, con charlas y acompañamiento desde instituciones educativas y profesionales en psicología y trabajo social.
La historia de Matías, un adolescente de 15 años, muestra cómo el acoso escolar puede deteriorar la salud emocional y el entorno familiar de un estudiante. Lo que empezó como bromas entre compañeros se transformó en insultos, aislamiento y síntomas de depresión. Según datos del Ministerio de Educación, en 2024 se reportaron 251 casos de bullying, aunque muchas víctimas aún callan por miedo. Frente a esto, los especialistas coinciden: no se trata solo de cifras, sino de vidas que pueden quedar marcadas para siempre.
Un nuevo caso de violencia escolar en #Quito revive una dura verdad: el #bullying sigue presente y muchas veces es ignorado. El testimonio de Matías y las palabras de expertos revelan el impacto emocional que puede marcar a un adolescente de por vida. pic.twitter.com/kAvbSMJflH
— Udla Channel (@UdlaChannelEc) June 26, 2025